 Comprar un animal es matar a otro Comprar un animal para destinarlo a compañía de humanos supone tratarlo como un recurso a nuestra disposición. Además, implica la muerte de otro animal que podría ser adoptado de un refugio o perrera. Las perreras de las distintas administraciones capturan a los animales abandonados para deshacerse del “problema” de que estos existan. Por otro lado protectoras o particulares rescatan a estos animales e intentan compasivamente y sin casi recursos salvar sus agónicas vidas encauzándola oportunamente a través de una adopción responsable. Esto sucede en el caso de los perros y gatos, pero también, desde hace un tiempo, en el de los llamados 'animales exóticos'. Así, se dan abandonos en bosques y estanques de mapaches, hurones, serpientes, tortugas, peces e incluso, chimpancés y coatíes. Por lo que en los 'centros de recogida' ya se pueden encontrar los citados junto a iguanas, avestruces, ardillas, etc. En nuestra web puedes encontrar un listado de sitios donde adoptar. No hay argumento para el que compra, más que el de puro capricho de poseer algo que se valora por precio, belleza o exotismo lejos del acto compasivo del humano que se acerca con el corazón y la razón, a rescatar otro ser. Si vas a hacerte cargo de un animal... - Comprende, ante todo, que un animal no es un juguete: es un ser con la capacidad de sufrir y disfrutar. No se regala ni se compra. Implica la suficiente responsabilidad como para que, tanto la decisión de tenerlo como la tarea de velar por él, sea una cuestión de adultos, no de niños.
- Plantéate primero el bienestar de ese animal. ¿Dispones de tiempo para él? ¿De un espacio adecuado a sus necesidades? ¿Puedes afrontar sus gastos?
- No compres nunca un animal. Evitando la compra contribuyes a parar el ciclo que genera la cría y posterior abandono de animales. Mucho menos si se trata de un animal exótico cuyo bienestar, por mucho empeño que pongas, es muy difícil que puedas conseguir, y no tendrás un compañero, sino un animal enjaulado.
- Esterilízalo para evitar nuevas camadas. Nunca sabes dónde pueden acabar los descendientes. Además muchos animales sin hogar necesitan una oportunidad.
- Adopta siempre. Adoptando un animal, realmente ayudas, en cierto sentido, a dos: al que compartirá tu vida y al que ocupará su lugar en el albergue del que lo sacaste.
- Puedes darle una alimentación vegana. El pienso cárnico provoca la muerte de millones de animales cada año: pollos, cerdos, vacas, peces… En la actualidad hay varios piensos sin ingredientes de origen animal: Amidog y Yarrah Organic Vegetarian para perros, y Amicat para gatos. Dichos piensos cubren todas las necesidades nutricionales de los animales, y, al usarlos como la comida de los animales con los que vivimos, no estamos condenando a muerte a otros.
Si no puedes hacerte cargo de él - Jamás lo abandones ni lo lleves a una perrera. No tendrá la menor oportunidad de vivir.
- Es tu responsabilidad, y de nadie más. Busca a alguien que se ocupe de él por ti. Puedes hacer mil cosas: desde indagar entre familiares y amigos hasta solicitar la ayuda de una protectora de animales que te ayude a seleccionar a alguien que pueda responsabilizarse de su cuidado.
Si encuentras un animal abandondo… - No mires hacia otro lado, intenta darle tu ayuda.
- Si consigues cogerlo, llévalo al centro veterinario más cercano, donde procederán a leerle el microchip y localizar a sus dueños en caso de que se haya escapado o perdido.
- Si no tiene chip, de nuevo recurre a tus contactos y a protectoras de animales para que te ayuden, si tú no sabes, a seleccionar a un buen dueño. También puedes intentar ponerlo en lista de espera de algún albergue o casa de acogida, pero lo más importante es que entiendas que ese animal encontrado por ti, es tu responsabilidad, y de nadie más: hay mucha gente dispuesta a ayudar, pero debes comenzar poniendo de tu parte.
tomado de: http://www.equanimal.org/index.php?option=com_content&view=article&id=65&Itemid=89 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario